Trastorno de hipersexualidad o adicción sexual.
Nos referimos, cuando hablamos de conducta sexual compulsiva, en ambos casos, a la exageración de los deseos por mantener fantasías, impulsos y/o conductas sexuales de difícil control y preocupación excesiva, provocando angustia, relaciones negativas en el trabajo y, en definitiva, en el día a día en general.
No todo es negativo en la conducta sexual compulsiva. Hay conceptos agradables; varias parejas sexuales, la masturbación, el cibersexo... que si no podemos controlarlo perjudicará nuestro entorno y la relación que tenemos con casi todo lo que nos rodea.
Hay que ser consciente que, delante de una conducta sexual compulsiva y, dejando de lado de donde proviene, el tratamiento y la autoayuda es fundamental para retomar el control de la situación. Estas conductas, si no son tratadas de forma adecuada, pueden dañar la autoestima, las relaciones, la carrera, la salud y a otras personas.

¿Que síntomas son los más significativos?
Algunos indicios de que estás bajo los efectos de una conducta sexual compulsiva son los siguientes:
- Intentas controlar o simplemente reducir estas fantasías e impulsos sin éxito.
- Sientes remordimiento después de sentirte atraído y/o mantener ciertas conductas sexuales.
- Llegas a usar este tipo de conductas sexuales compulsivas para evadir diversos problemas, como la soledad, ansiedad o depresión.
- Estás todo el día pensando en conductas sexuales compulsivas y no te dejan tiempo para otras cosas. Te sientes absorbido por ellas y no puedes prescindir largo tiempo de esos pensamientos.
- Tienes problemas para mantener relaciones saludables y duraderas.